Playa



Quema, la arena quema. Y el agua se ve tan azul… tan transparente, que uno se pregunta porqué en Mardel, el agua es tan marrón. A ver, a ver, qué se supone que uno hace cuando va a una playa. Una sombrita que nos albergue urgente. De este lado, el sol quema más, dicen. Mucha radiación, la capa de ozono está muy dañada. El aire es tan fresco, y el paisaje tan acogedor que bueno, los pollos no se quejarían supongo, si los hornos tuvieran estas características. ¡Al agua pato! (o pollo, pa no cambiar tanto de bicho) Entra José. Vuelve a la sombrilla, donde yo analizo riesgos y beneficios, miro familias y niños haciendo berrinche, no debe ser tan malo. Además, la cara de felicidad del recién llegado da envidia. – ¿Cómo está el agua? – Una Masita!

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