Paso de Jama





Extraño las convulsiones de mi teléfono. Extraño la gente que me sacude a cada rato armando asados, salidas, planes, excusas. La distancia es necesaria, pero no definitiva. Tiempo de retorno. Arica es una ciudad seca, sin agua. Un desierto vecino del Pacífico.
25 º todo el año, sin lluvia. Viento frío y el sol que te cocina sin avisar. Palmeras con pájaros que suenan como chanchos. Rasgos indígenas por todos lados, la gente pobre que trabaja. Casitas coloridas y un puerto hediondo con barcos crujientes. Perfecto.
Pero Santiago espera.

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